De la trilogía «De la tristeza y otros fantasmas», Eva Escribano, escritora de verbo crudo y pluma ágil, nos sorprende como un trilero, moviendo rápidamente las piezas de un acertijo sentimental y callejero, dejándonos el alma con la boca abierta. Eva, de estilo descarnado, de belleza salvaje…se abre en canal en cada estrofa.
Eva, amiga del alma y poeta en ciernes, gracias por tu talento. Y por compartirlo conmigo.
IV
Ahora que me estás regalando más sonrisas
de las que caben en mi boca,
no puedo con el miedo que se instala en ella.
No dejo salir las palabras que quisiera,
tendré que intentarlo, algún día.
Habrá que arriesgarse, yo lo haré.
No te veo dispuesto a salir de la trinchera y exponerte,
aunque deberías saber que ninguna bala de muerte
te va a llegar desde mi frente. Siempre confiaste en
que si había lucha, sería cuerpo a cuerpo.
No tengo alma de francotirador,
soy más de primera línea suicida.
Me serenas, calmas mi agitada sed de guerra contra mí misma.
Y lo que siento. Si es una jugada del destino, acepto,
entendiendo que puedo perder de nuevo.
Porque no me perdonaría abandonar
sabiendo que queda un intento.
Y tú,
abre esa boca y dime
que quieres tomar la plaza.
Asédiame, persevera:
estoy preparada, con la bandera blanca bajo el brazo.
EVA ESCRIBANO